España y los inmigrantes: Qué tan necesarios son para la productividad y crecimiento del país

El tema de la inmigración se ha vuelto bastante complejo y sensible, especialmente si se trata de países de Latinoamérica, y ahora con el COVID-19 España podría necesitar a una mayor cantidad de inmigrantes para salir del bache en el que se encuentra ocasionado por la pandemia, pero ¿va en la dirección correcta?

Según el diario El País, España necesita 7 millones de inmigrantes en tres décadas para mantener la prosperidad actual, pero ¿realmente será cierto o no? Esto está basado en un estudio realizado en Washington en el Centro para el Desarrollo Global, y es básicamente lo que queremos desarrollar en este artículo y cómo lo está haciendo España hasta ahora.

En primer lugar, debemos mencionar que en el Plan de la Nación presentado por el gobierno español para agosto del 2021 exponía claramente que España necesita 255 mil inmigrantes para los próximos 30 años, con un aproximado de 20 mil al mes con el mejor perfil posible, en cuanto a aspectos socioeconómicos, culturales, profesionales, etc. y algo muy importante, que estén en edad reproductiva.

El perfil ideal que busca el territorio español son familias, preferiblemente como niños pequeños y que, posiblemente, la madre se encuentre aún en edad reproductiva, pues, evidentemente, se habla de la inmigración para evitar el factor inminente de “envejecimiento y esto de alguna manera podría funcionar para el territorio europeo y, por supuesto, representa un aspecto muy valioso para el país.

En dicho estudio realizado por El País se hace referencia a África por la cercanía geográfica y sociocultural que existe, por lo que es mucho más sencillo adaptar a una persona de nacionalidad colombiana, venezolana o argentina a la actividad española que, por ejemplo, a un asiático.

En cuanto a fomentar la tasa de natalidad para evitar esta crisis, por supuesto se trata de una alternativa, pero lo cierto es que, con respecto a esto, España ya atraviesa una curva crítica en donde debe empezar a accionar pronto y evidentemente reforzar todo el proceso con lo que sería la inmigración y si se trata de familias ya establecidas entonces la recuperación sería un poco más rápida.

¿Hay resistencia al extranjero?

Podemos pensar, por cómo se maneja todo el tema, los procesos y lo sensible que parece, que no solo España sino casi todos los países del mundo mantienen una cierta “resistencia” al extranjero. Evidentemente, hay un punto cercano al “miedo” a lo desconocido o que algo nuevo llegue y pueda cambiar la forma en cómo se hacen las cosas, y muchas veces la culpa tiende a ser de quién llega y no de aquellos que ya estaban ahí.

El tema de ser territoriales y mantenernos cómodos con lo que ya conocemos nos ha hecho apegarnos más a ello y manifestar un poco más de rechazo al cambio, traspolando hacia los inmigrantes y la negativa de cambiar lo que tenemos y eso que ya es “nuestro”.

Ahora bien, es necesario entender que si ese cambio es bueno y llega para mejorar todo el entorno entonces debemos ser un poco más abiertos y considerados con la idea, pues se trata de algo que podría mejorar nuestra calidad de vida y hacernos más funcionales y perdurables en el tiempo, y es justo lo que podría suceder con la entrada de inmigrantes, en este caso, a España.

Sabiendo los beneficios que esto podría tener a largo plazo, puede que el país no esté haciendo los esfuerzos suficientes, a nivel consular, para que todo el proceso fluya de una mejor manera y por eso surgen comentarios negativos sobre España, la burocracia y como presuntamente los funcionarios buscan cualquier detalle para obstaculizar la gestión de ese inmigrante.

Desde nuestra perspectiva es importante saber cuándo ser flexibles para lograr algo que pueda beneficiar a ambas partes involucradas, entendiendo que hay momentos donde es necesario replantearse y adaptarlo al contexto que se vive en la actualidad, si no, de otra manera no podremos avanzar hacia un panorama más positivo y productivo enfocado en el bien común.

Es importante destacar que el hecho de que España necesite 255 mil inmigrantes para los próximos 30 años trasciende el tipo de gobierno que exista o la figura que se encuentre al mando, pues se trata de una necesidad de la nación y un plan que sigue sin importar quién gobierne o no. En este sentido, es necesario considerar como nación que si ese número no se cumple en el tiempo planteado se acumula y el esfuerzo para lograr dicho requerimiento tendrá que ser mucho mayor, por lo que hay una crisis evidente y es necesario atenderla a la brevedad posible.

¿Qué tan negativo puede ser no cubrir la necesidad de inmigración para España?

Ya no se trata de depender únicamente de beneficios, situaciones, sino de una condición que puede afectar negativamente al territorio español. Según datos del INE, la población española que venía creciendo desde el año 2000, a partir del 2010 en lo que refiere a la curva poblacional comenzó a decrecer hasta el 2016 y retoma posteriormente su ritmo un poco para el 2017, sin embargo, aún no se ha alcanzado ese nivel que se tenía entre el año 2010 y 2011, es decir, está aún en proceso.

La razón de esto puede venir asociada a la crisis económica que se dio en el 2008 y se reflejó en el 2010 y 2011, pues muchos inmigrantes que habían llegado a España se devolvieron a sus países. Esto puede parecer algo insignificante pero realmente se notó una diferencia en cuanto a la población española, sin embargo, se ha retomado el rumbo hacia el crecimiento y que esta consideración esté reflejada en el Plan de Estado es una muy buena señal y sin duda algo positivo que puede aportar sucesivamente beneficios a la nación.

Hay una situación con la que nadie contaba y evidentemente es la pandemia, por lo que muchos inmigrantes han tomado la decisión de retornar a sus países, lo que podría, aunque muchos no lo vean así, representar una dificultad añadida para España que los podría hacer retroceder incluso un poco más. Se trata de un tema de conciencia, de dejar los juicios a un lado y entender que los inmigrantes no necesariamente consumen más de lo que aportan en un país, y que realmente no todo es negativo como muchos otros lo quieren mostrar.

Crisis creciente

Es importante destacar que los efectos de una crisis no se ven de manera inmediata, sino en un plazo más largo, así que indudablemente, si hay una afectación importante al no cubrir esos números de inmigración requeridos por España la consecuencia no se vería de forma inmediata, sino un tiempo después, tal y cómo pasó en 2008.

Nuevamente, se trata de algo positivo y de una muy buena señal que el gobierno español considere esto como parte de su Plan de Estado y que quizás ya esté considerando medidas, suficientes o no, para atacar esta problemática, lo que sin duda le suma puntos extra a quien esté al frente, ya sea ahora mismo o en los próximos 30 años.

No se trata de que los españoles necesiten más personas en las calles o en los restaurantes, sino que se requiere de esa población que apalanque el financiamiento de gastos públicos, consumo y precisamente para lograr que los extranjeros puedan cotizar y aportar en todas las instituciones hay que regularizarlos.

En este sentido, debes saber que así una persona se encuentre en España como irregular igualmente estará consumiendo, pagando una vivienda, servicios, entre otros, pero, adicionalmente, una vez que esa persona está regularizada el beneficio es que la persona puede trabajar y cotizar en instituciones como la Seguridad Social y distintos entes cuyos fondos se dirigen al Estado.

Inmigrantes y el nivel de bienestar hacia otros países

Debemos dejar atrás el mito de que los extranjeros llegan para robarle el trabajo a los locales, pues según estudios, estos toman trabajos que quizás los nacionales no quieren hacer y, al mismo tiempo, así aumenta la aptitud y las opciones de empleo, obligando a las personas a aumentar su nivel de competitividad para luchar por ese puesto de trabajo o simplemente ir por uno mejor.

Finalmente se trata de una relación conjunta, no debe existir una guerra, un enfrentamiento y una resistencia al inmigrante por el hecho de estar o querer estar en un país distinto al de origen, pues hay aportes y necesidades que ellos cubren y que traspasan las propias para llegar hasta un bien común poblacional y que hoy se ve reflejado en este tipo de datos donde particularmente el territorio español necesita de ellos para mantener su nivel de prosperidad.

España ha caído en su natalidad considerablemente, y es una realidad soportada en estadísticas y que repercute en lo que hoy representa una crisis para el país. Para que una población se mantenga, sin caer en juicios, cada pareja debe tener mínimo dos hijos y con eso se sustenta la población con un índice del 2%. España podría estar alineándose, pero sin alcanzar el nivel ideal que requiere, sin embargo, los países desarrollados generalmente están por debajo de ese 2%, contrario a lo que sucede con los subdesarrollados que se encuentran por encima.

Finalmente, es necesario cambiar la mentalidad restrictiva que puede afectar considerablemente la productividad española y actuar en base a potenciar la natalidad, entendiendo que es necesaria la inmigración y atendiendo a que esta sea enfocada en el mejor perfil posible, sin cerrarnos y dejando un poco a un lado la “burocracia” en los procesos e incluso en funcionarios, asumiendo entre todos una conciencia positiva que evite la afectación permanente de un país tan potente como lo es España.

Si te ha interesado, te invitamos a ver el podcast donde estuvimos desarrollando este tema:

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