¿Un negocio repleto una buena inversión?

A pesar de que veamos negocios llenos de gente, como en el caso de 100 Montaditos, es importante no dejarse llevar por la afluencia de personas que van al local, sino, ver más allá y analizar todas las aristas para determinar si realmente es una buena inversión  o podemos caer en banca rota por una mala decisión.

La franquicia 100 Montaditos nace en Madrid en los años 2000 con la base de ser un local donde se venden bocadillos con rellenos varios a precios muy bajos.  En el 2004 el local experimentó un crecimiento total al variar su menú y agregarle desayunos y  cafés.

En el 2007 con la llegada de la crisis a España las personas comenzaron a demandar productos más competitivos, por lo que la franquicia se adelantó a ello y lanzó el concepto de “Euromanía”, que consiste en vender sus productos a un euro. Esto lo hizo más accesible al público joven por lo cual el éxito fue abrumador.

Años después al culminar la crisis, la economía española comienzo a mejorar y el poder adquisitivo de las personas aumentó, por lo que comenzaron a exigir productos de mejor calidad, incluso si esto significaba gastar un poco mas de dinero

En el 2011 abrió sus puertas una franquicia en los Estados Unidos, pero la idea base del negocio no caló bien en el mercado estadounidense, puesto que son comportamientos de consumo gastronómico diferente al de los españoles, por lo que el éxito de esta nueva franquicia internacional no estuvo ni cerca al que se esperaba lograr. Esto llevó a una bancarrota y a reestructurar la idea del negocio.

La crisis interna

Actualmente la franquicia se enfrenta a una crisis interna sin precedentes en su historia. Su modelo de negocio y la política de precios que manejan ha provocado que muchos de sus franquiciados trabajen a perdidas, y esto, naturalmente, ha generado un descontento.

Tal es el malestar que se ha conformado  para defender sus intereses.  «Lo que está claro es que no podemos seguir así. Con el objetivo de ganar mercado, la empresa nos obliga a ofrecer unos precios que imposibilitan que seamos rentables», asegura uno de los miembros de esta asociación, que prefiere mantener el anonimato.

«La única alternativa es cerrar los lunes, que es el día que más pérdidas tenemos, porque nos están obligando a vender el doble, ya que ofrecemos los productos a la mitad de precio y es además un día muy complicado», explicó otro.

Además de esto, las franquicias deben pagar un royalty de 7%, dos puntos por encima de la media en este mercado. No descartan que muchos de los negocios deban cerrar sus puertas próximamente debido a la falta de rentabilidad.

Según afirman los afectados, «a la empresa solo le interesa tener sus locales llenos para despertar la atención de personas interesadas en invertir en una franquicia, pero las ofertas que marcan son ruinosas».

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