Los españoles son personas por excelencia sociables, que disfrutan de compartir y pasar el rato entre amigos en una terraza, un restaurante o cualquier sitio al aire libre, por lo que podemos imaginar que en este mundo del servicio existe mucho campo y, por ende, fuentes de empleo, ya sean camareros o meseros, personal que maneje un restaurante o cualquier establecimiento de este tipo, para apalancar ese gusto de los españoles por el mundo social exterior, y por supuesto sacar provecho de ello.
Con respecto a esto existe una controversia, y es que se tiene la creencia que, en España, a pesar del peso que tiene la vida social para los locales, no hay campo para camareros, ahora bien ¿Será cierto? En este artículo vamos a desarrollar un poco este tema y derribar quizás algunas teorías sobre el mundo laboral en España, si realmente no hay campo para los mesoneros y cómo funciona el tema de los salarios.
En primer lugar, es importante destacar que no se trata de un tema de “escasez de mano de obra”, sino tal vez algo que tiene que ver con la remuneración ofrecida para este mercado. Además, no es algo que viene sucediendo en toda España, sino en zonas puntuales, donde el fenómeno parece intensificarse, especialmente en zonas turísticas.
Lo que puede estar sucediendo es que las personas que esperan trabajar no ven la compensación en ese salario ofrecido, tomando en cuenta la situación que se vive y que muchos han sido subvencionados por el Estado sin tener mayor actividad, por lo que muchos no están dispuestos a someterse a un mayor régimen laboral por poca remuneración.
Salarios en el sector de Hostelería
El salario mínimo le da el acceso a la persona a los bienes básicos necesarios y en medias generales, de acuerdo a datos estadísticos, una familia española destina el 35% de sus ingresos a vivienda, incluyendo los servicios como luz, agua, internet y demás. En este sentido, definimos el salario “digno” como aquel que te permite cubrir las necesidades básicas, además ahorrar, y tener acceso a algunos gustos, por lo que ambos en un escenario normal deben estar compaginados.
Posiblemente, puede que falte la visión de empresa en el sector de la restauración o esa parte de “compromiso laboral” que limita a los españoles y por lo que prefieren obtener un salario un poco más elevado, pero que este no dependa de las comisiones o la propina para elevar así sus ingresos.
Indudablemente todo se trata de una cuestión de mentalidades y por supuesto lo más sano para toda economía es que exista una cuota de responsabilidad y compromiso por las labores realizadas, pues seguramente el involucrarse en ello incurriría en un mayor crecimiento de la economía en general y por ende de los ingresos de cada persona.
¿Es posible aumentar la productividad y motivar al trabajador?
Por supuesto es necesario ver las dos caras de la moneda, especialmente por el tema pandemia, y como dueño de negocio hay muchas concesiones y modificaciones que han tenido que hacer para continuar en el mercado. Sin embargo, si se trata de motivar al trabajador, que al final viene a ser una parte importante de la organización, existen ciertas estrategias que se pueden aplicar, ya sea un bono por productividad o establecer metas que los empleados puedan alcanzar para sumar mayores ingresos.
El hostelero tiene en sus manos la decisión de cambiar o potenciar los servicios con un plan dirigido a los empleados para la mayor productividad de la empresa y crear oportunidades para hacer el servicio mucho más eficiente.
Finalmente habría que ver si la batalla la ganará el empleador o el empleado en lo que tiene que ver con buenas remuneraciones y el reconocimiento o no por las labores realizadas. En todo momento debe existir una negociación o mediación para encontrar un punto medio donde ambos estén conformes y de acuerdo y esto no afecte la productividad.
Ciertamente, podemos decir que cuando bajen o mermen las ayudas bajo subsidio la puja la ganará el empleador o simplemente aquel que esté dispuesto a pagar más por lo mejor, por supuesto, es algo de percepción, que requiere mucho más análisis y discusión, aunque no deja de ser importante que cada quien reciba lo justo por el trabajo que realiza y los esfuerzos que ese individuo imprime en su labor, por lo que debe existir un equilibrio.
Aunque este haya sido un concepto muy mal usado y desvalorizado, especialmente en países de Latinoamérica, la realidad es que tanto el empleado como el empleador, sea de hostelería, restauración, o cualquier otro sector, deben gozar de las garantías necesarias para mantener un negocio sin ahogarse en el intento, y también ser capaz de ofrecer a sus empleados un salario digno que les permita cubrir las necesidades básicas, mantenerse en ese trabajo por un largo tiempo si así lo desea, o explorar otras opciones que sean igual o más rentables para él.
Evidentemente, eso es algo que también te va a dar la economía del Estado y su manejo a ciertas situaciones donde finalmente no existan perdedores, sino cada vez un mayor crecimiento para el óptimo beneficio de todos.
España ¿es de todos los españoles o de los que aportan?
Una nación en general debe ser parte de cada quien y de aquellos que a través de su trabajo, su productividad y demás, están pagando de alguna forma todo lo que reciben. No se trata de que lo que hay en España es de los españoles, sino que es de aquel que lo produce, sea local o extranjero, pues la idea es producir, funcionar en conjunto con las normativas de cada nación y retornar lo que se te otorga como beneficio.
Nuevamente, se trata de un tema de conciencia, de contribuir, sumar y así construir una economía fuerte y un modelo que funcione para todos, aunque siempre vaya a existir esa tendencia a las quejas y al querer más y más, sin caer en el conformismo, pero cumpliendo la norma para apalancarse en ciertas situaciones pero igualmente salir adelante lo más rápido posible por medios propios.
Existe también una parte de la que el Ejecutivo no se puede escapar y es el hecho de que, así como cada persona debe contribuir al país, aportar a la economía, también hay evidentemente una retribución por parte de la nación, ya sea con buenos servicios básicos, tendidos eléctricos, buenas carreteras y asistencias normales en cualquier país.
En líneas generales no se trata de si una persona se queja o no demasiado, sino de ser agradecido, de cuánto estás dispuesto a sacrificar o cuanto quieres esforzarte por tener exactamente lo que buscas y más, sabiendo que es una relación de ambas partes, tanto de ti como contribuyente como del estado y si están dispuestos a retribuir dichos esfuerzos, y de allí dependerá la buena calidad de vida y el bienestar general de cada persona en el espacio que sea.