Es natural que como extranjeros se tengan algunas dificultades a la hora de integrarse a un país y en algunas ocasiones esa dificultad proviene de la misma relación con quienes provienen del lugar de origen, o los llamados “paisanos”, pero ¿te has preguntado por qué?
A nivel de redes sociales durante mucho tiempo se ha venido generando una ola de críticas y ataques entre personas que manejan una opinión diferente. Ciertamente, se trata de plataformas que son de libre expresión, pero las personas han perdido un poco el sentido de para qué son realmente y a veces se escudan en un usuario de Instagram o de Facebook por nombrar algunos, para atacar y exponer aspectos con los que pueden o no estar de acuerdo.
Estos ataques podrían ser la respuesta a malas experiencias que haya vivido esa persona y que los exterioriza a través de estos medios, pero lo cierto es que no siempre se trata de atacar entre paisanos, sino de las vivencias de cada quien y cómo manejan cada situación.
¿Expectativa o realidad?
No se trata entonces de generalizar, pues que hayas tenido una mala experiencia con un venezolano, o con un colombiano, peruano etc., no significa que todos los que porten esa nacionalidad son iguales, pero también no debemos crear altísimas expectativas, pues quizás lo que yo espero como vendedor o prestador de un servicio no se cumpla y haya un choque.
Debemos, además de establecer expectativas reales, también hay que imponer normas de intercambio, y de esta manera las reglas están claras y sobre la mesa para evitar malos entendidos o críticas por no obtener lo que esperabas. Así prevenir la “crusificación” de esa persona que no hizo lo que tu esperabas, pero quizás es porque tú tampoco aclaraste que era lo que querías desde el inicio.
Hay límites y aquí llegamos a la parte económica con la oferta y la demanda, por lo que si subes el precio o das algo mejorado y funciona para tu público ellos lo van a aceptar y te van a poner atención. Ahora bien, también hay otra cosa que se suma a esto y es la participación de terceros, pues esto también determina la decisión que tome el comprador o usuario, por lo que está en ti como dueño de negocio o prestador de servicio, apoyo o afines, manejarlo de una forma que no te afecte y tampoco lo haga con tu objetivo final.
Recuerda que se trata de una relación de necesidad, es decir, la persona que te ofrece el producto y tú como comprador que aceptas las condiciones porque requieres eso que te están ofreciendo, y en este sentido ambos tienen la libertad de abandonar la relación cuando dicha transacción se concrete o por el contrario mantenerse en ella y eso no debería ser cuestionable.
Las redes sociales como un centro de críticas
A modo de reflexión y para vencer un poco con este ciclo que se está creando en redes sociales llenas de críticas y ataques, aún más entre compatriotas, lo más recomendable, además de ignorar y reservarse las “opiniones dañinas”, es entender que no todos los latinos son malos o son explosivos, o simplemente que todas las experiencias que los incluyan van a ser terribles, pues como parte del crecimiento como ser humano debemos reconocer tanto las buenas vivencias como las malas.
Por supuesto hay una particularidad y no queremos con todo esto satanizar las redes sociales o a los latinos o a quienes expresan su opinión por estas plataformas, pues se trata también de ver cómo Internet nos va a permitir darle forma a un nuevo sistema que quizás funcione mejor que ese al que hemos estado acostumbrados desde hace años.
Choque cultural entre venezolanos
Evidentemente existe una realidad entre países de América Latina, como Venezuela, donde se maneja un nivel bajo de calidad y donde además enfrentan la escasez sin muchas opciones para escoger, a lo que están acostumbradas las personas que viven en España, incluso venezolanos que tienen más de 10 años en ese país.
Muchos esperan que exista cierta solidaridad entre compatriotas, pero como ya lo hemos dicho no siempre sucede, sin embargo, no podemos esperar que un venezolano que salió hace 10 o 20 años de su país tenga la misma mentalidad de uno que acaba de emigrar, son casos completamente distintos, y no por ello los que están llegando apenas deben suponer que será sencillo conocer o llenar las necesidades de sus paisanos solo porque vienen del mismo país.
Un venezolano que ha estado en España por un largo tiempo puede entonces exigir y no aceptar cualquier cosa, tal y como lo haría quizás un español con sus estándares de calidad, la competencia y exigencia que ya sabemos que existe, en el caso de un consumidor. En el caso de proveedor o vendedor es necesario cambiarse el chip y no dar mala calidad, incluso si puedes cobrar un poco más, pero los españoles esperan buena calidad en todo lo que se les ofrece.
¿Gueto en España?
El gueto se trata de una comunidad aislada que forma parte de una minoría sea étnica, social o racial. En Estados Unidos se ve mucho esto en zonas de Miami, por ejemplo, pero en España quizás no es tan común.
Posiblemente sea mucho más sencillo mezclarse en la cultura española sabiendo además que los españoles son personas sociables, que disfrutan de compartir y rodearse de un grupo de personas sea de la nacionalidad o etnia que sea.
La razón de que no exista un gueto venezolano en España se asocia más al idioma, pues ambos son países hispanos y por ende se habla la misma lengua, situación diferente a la que sucede con indios en España o chinos, o los mismos americanos, así que existe cierta barrera con respecto a esto además de la característica que mayormente son descendientes de comunitarios, por lo que lo que ven cuando llegan a este país europeo no resulta extraño.
Lo cierto es que se ha creado un monstruo a través de la libre “expresión”, pues nos escudamos en esto creyendo que está bien decir o emitir un juicio sobre cualquier cosa sin pensar en las consecuencias y básicamente eso lo han traído las redes sociales y aparentemente es algo que continúa en ascenso.
En función de esto es que tú como espectador o recibidor de esas críticas, como negociante o como usuario en general, tienes derecho a bloquear todo eso que no te sume, salirte de algo que no te conviene cuando lo deseas o si es una relación de trabajo abandonarla porque simplemente no es lo que te conviene en ese momento.
Sabiendo esto e internalizando se puede crear un entorno mucho más sano y de oportunidades entre las personas, ya sea para negociar, aceptar un producto o servicio o simplemente vivir, pues se establecen condiciones claras que te permiten avanzar y que cada uno haga lo que mejor le conviene según lo que tiene. De esta manera entendemos que no se trata de ser extranjeros, connacionales, migrantes, etc., sino de algo que va más allá y es el poder que damos a los demás para afectarnos y cómo vencer ese entorno “tóxico” para ir en la dirección correcta sea por un proyecto o por una decisión de vida en general, no siempre se trata de tener la razón sino de hacer el bien, para ti mismo y para los demás.