Los ERTE: ¿Son un acierto o un fracaso?

Para hablar de los ERTE debemos decir en primer lugar que sus siglas responden a lo que se refiere como “Expediente de Regulación Temporal de Empleo”, y en este artículo queremos desarrollar un poco el tema sobre si realmente han sido una solución o podrían representar un problema a futuro para la economía española.

Un ERTE es un procedimiento en el que una empresa, que atraviesa una situación particular de crisis o algún otro estado excepcional, busca una autorización para poder prescindir de sus trabajadores o despedirlos, suspender contratos o reducir horas laborales de forma temporal, sabiendo que dicha compañía y su operatividad están en riesgo.

Sabemos que estamos en medio de una recuperación económica por todo el tema de la pandemia por el COVID-19, no solo en España, sino a nivel mundial, por tanto, los gobiernos se encuentran analizando e ideando nuevos planes y estrategias, alineadas con este cambio producto de este virus global y, por supuesto, acoplándose a la llamada “nueva normalidad post pandemia” y todo lo que la enfermedad ha dejado entre el 2020 y 2021.

Sabiendo esto, se creó la figura del ERTE, adicional a lo que ya se conocía como ERE (Expediente de Regulación de Empleo), y este segundo nace con la pandemia, luego de las restricciones de movilidad, cuarentena, y las medidas aplicadas para contener el virus, que obligó a los negocios a cerrar, a las personas a “no trabajar” y en general todo se paralizó. Por supuesto, inmediatamente luego de esto vino la incertidumbre de ¿qué hacer? ¿Cómo pagar las cuentas si no había seguridad de percibir un sueldo con todo paralizado?

Los ERTE en Hispanoamérica ¿Es posible?

Ante tantas preguntas sin respuesta e incertidumbre el gobierno español crea esta nueva figura, ERTE, para proteger al empleado y, aunque no se puede negar que han venido a suponer un alivio para los españoles en medio de su recuperación económica, representaron y posiblemente representan aún una carga fuerte para el Estado al tener que comprometerse a pagar durante todos los meses de pandemia los salarios (70% del salario bruto) de aquellos que no estaban asistiendo a sus puestos de trabajo.

Ciertamente a nivel de Hispanoamérica la situación habría sido diferente a nivel económico y de salud por supuesto, y es que en países como Venezuela, aun cuando existe esa figura, no funciona y no es práctica por los niveles inflacionarios que ya se conocen en el país, la situación los obligó a arriesgarse al contagio y buscar una manera de sobrevivir a la crisis y no parar por completo sus actividades en distintos sectores.

La realidad es que en países como Venezuela aquellas personas que viven del comercio informal, que además representan una cuota importante de la población, no pueden mantenerse en sus casas durante la cuarentena o ajustarse al plan que establezca el gobierno, pues básicamente se arriesgan a morir de hambre por no tener un plan de protección laboral serio, que funcione y realmente cubra las necesidades de cada persona en situaciones como una pandemia.

En algunos países hispanos no existe una protección, un apoyo o subsidio del estado que permita en cierto punto a las personas quedarse en casa y de igual forma seguir cobrando un salario. Independientemente de eso, se sabe que no es suficiente para la subsistencia familiar, por lo que igualmente la gente necesita seguir saliendo a trabajar y por eso también se evidencia el alto número de contagios registrados en países como Brasil, Colombia, Argentina, Chile.

¿Realmente los ERTE fueron enfocados de la manera correcta en España?

 

Muchas personas pueden coincidir en que vieron una protección por parte del gobierno español con la figura de los ERTE y una actuación quizás muy destacada del Estado para contribuir un poco a la tranquilidad de la población. Sin embargo, se podría creer que también este nuevo proceso ha tenido un revés y se ha colocado en contra de los españoles por repercutir de forma negativa en la productividad.

Es natural pensar que el hecho de cobrar y no trabajar puede modificar las rutinas y las metas, así como también suponer que la reincorporación al mercado laboral puede verse afectada.  Ahora bien, ¿es cierto que el ERTE, aunque representa un punto a favor para España como nación protectora de su población, puede traer una contraindicación que complicaría la reactivación a nivel productivo?

Muchos concuerdan en que los ERTE fueron quizás una manera del gobierno español para que se disminuyeran los “ataques” al Estado por no estar preparados, desviando un poco la atención con esta nueva subvención que te permitía quedarte en casa y continuar percibiendo un salario. En este punto es importante destacar que es un tema complicado, que tiene muchas opiniones a favor y en contra, que no busca cuestionar los escenarios pero sí brindar una mayor perspectiva sobre cómo funcionan los procesos en España, cómo se preparó y se sigue adaptando a todo el tema post pandemia.

Por supuesto no debemos olvidar que se trató de una situación inusual, para la que nadie en el mundo estaba preparado, ni siquiera las mayores potencias mundiales, por lo que cualquier actuación posible y cada quien lo haría y aplicaría con lo que mejor funcionará para su país.

No está claro si los ERTE llegaron para quedarse o una vez que la recuperación económica se concrete estos desaparecerán, pero lo cierto es que las empresas quizás deban adaptarse a esta figura y dinamizar sus procesos para que los distintos sectores no sientan que es mejor quedarse bajo una figura de paro y cobrar sin laborar, que salir a la calle a trabajar.

Aunque es un punto muy subjetivo y que claramente depende de la situación y opinión de cada quien, la realidad es que no se puede abusar de las facilidades que te brinda el Estado en un momento de crisis y pretender que todos los esfuerzos se inclinen a tu favor sin conceder algo. Debemos reconocer y entender que para que un país salga adelante y se levante de una situación como la que ha sucedido es necesario que su economía comience a funcionar para no afectar todo a nivel general, por lo que se trata de una relación de ambas partes.

Se espera que para octubre del 2021 la figura de los ERTE cese para dar paso a la “normalidad” económica y social que todos conocemos, y por el momento las empresas ya comienzan a hacer llamados a sus empleados para que de forma paulatina regresen a sus puestos de trabajo y así ir recuperando de a poco el ritmo habitual.

¿Cuál sería la mejor figura si desaparecen los ERTE?

 

Aunque con las nuevas olas de contagios y cepas del virus se habla de una posible extensión de este beneficio, lo más conveniente sería buscar algún tipo de figura “combinada”, es decir una reincorporación parcial con el subsidio parcial, aunque ya queda de parte del gobierno, considerando el tiempo de creación y todos los aspectos legales, económicos etc., que acarrearía la creación de una nueva figura.

En otro escenario, el empleado podría mantener su ERTE y reincorporarse a sus labores de tiempo completo, pero percibiendo nómina por la empresa, visto como una forma de reactivar el consumo y que el movimiento en la calle sea mayor. Lo cierto es que todo depende del enfoque y los planes que tenga el Estado para este modelo, si realmente aspira mantenerlo o eliminarlo completamente y cómo reaccionaría la población a todo esto con la reducción de porcentaje subsidiado.

Lo cierto es que debe existir una figura intermedia que haga la transición, porque no es algo que pueda cambiar de un momento a otro, y es aquí donde se adapta muy bien el dicho popular sobre que “es muy fácil acostumbrarse a lo bueno”, sin embargo, nuevamente tiene que ver con la condición de cada quien, la sociedad, la conciencia de las personas y su capacidad de trabajar en pro de ellos mismos y también del país en donde residen.

En líneas generales los ERTE han sido una inmensa ayuda para los españoles que se mantuvieron en casa durante la cuarentena, para muchos resultó incluso una sorpresa positiva, dentro y fuera del país, evidenciando cómo actúa el gobierno en favor de la población despertando incluso ciertos aires de orgullo y en otros países algo de “envidia” por esa protección que el Estado otorgó a sus empleados. Independientemente de los fallos que pudieron haberse registrado, como en todo proceso nuevo, la figura como tal ha sido efectiva, ha dado tranquilidad y pone a España en un alto nivel de protección laboral entre los países del mundo.

Finalmente, y como lo hemos venido desarrollando desde este espacio, te invitamos a venir a España, a apostar por este país europeo con grandes oportunidades, niveles de seguridad, apoyo, protección, garantías, una economía estable y, a pesar de todo, una buena actuación por parte del gobierno en un escenario tan remoto e inesperado como lo ha sido la pandemia por el COVID-19.

Si te ha interesado, te invitamos a ver el podcast donde estuvimos desarrollando este tema:

Te invitamos a oír nuestro podcast sobre este tema y muchos más Puedes encontrar el link en nuestro Instagram: @cohenyaguirre

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